Entonces ¿la pasamos con tu familia o con la mía?

Las fiestas de fin año, fiestas decembrinas o las “navidades” son momentos de alta tensión para las parejas, se abre una gran ventana de riesgo para tener discusiones y peleas que pueden terminar mal. Estas fechas son de Alerta Roja para una relación, sobre todo cuando está en sus primeros años, nos atreveríamos  a decir que los primeros cinco años de una pareja son cruciales para enfrentar este tipo de acontecimientos. Tal vez te encuentras ahora en una situación similar y estés buscando como darle la vuelta al asunto. Bueno, acá te compartiremos algunas recomendaciones para lidiar con este escabroso tema. Vale mencionar antes de comenzar que nos vamos a referir al tipo de pareja que ya comparte el día a día, tal vez ya viven juntos, son recién casados o bien que hacen muchas cosas en equipo.

Para la gran mayoría de quienes vivimos en México, la celebración familiar más importante de cada año es La Cena del Veinticuatro, ese tradicional acto social que nos hace reunirnos cada año en torno a una mesa, ver a tíos, tías y primos que de otra manera no veríamos e incluso nos hace tener que soportar a más de un familiar incomodo. Eso ya le pone un componente de estrés y tensión alto. Luego tenemos la presión familiar, la influencia de la madre que siempre ha pasado la Navidad en familia, la presión de los hermanos, tíos y demás que te llevan siempre a sentirte en la obligación de estar con ellos en La Navidad. El problema es que de el lado de tu pareja también pasa lo mismo y hay que tomar una decisión.

1 – Entonces ¿Qué vamos a hacer en Navidad?

El momento de tener esta conversación es crucial para que este asunto termine bien. Hay una gran diferencia si quieren hablar del tema en medio del tráfico de diciembre cuando van tarde a algún compromiso social o hacerlo, por ejemplo, el domingo por la mañana después de su sesión matutina de amor. Es muy importante encontrar el momento adecuado en el que ambas partes tengan la disposición de hablar de un tema importante como es este pero también que estén relajados y puedan ser flexibles en sus pensamientos.

Algo que nos encanta decir es que cada vez que tengan una discusión o charla para tomar una decisión recuerden un punto, un pequeño detalle, casi insignificante:

Estás hablando con la persona que quieres y te hace sentir bien, con la persona que te entiende y con quien te identificas en muchas maneras. Estamos seguros que no quisieras ofenderla o lastimarla.


2 – No te adelantes a tomar decisiones.  

Muchas veces cuando vamos a visitar a nuestra familia o cuando recibíamos su visita o una llamada nos llevan a querer tomar una decisión importante. La mamá en el teléfono obligándonos a que le digamos a que hora vamos a llegar o pidiéndonos que llevemos tal o cual cosa porque da por hecho que asistirás, y lo peor, seguramente te pide que llegues temprano para ayudarla con una u otra cosa. Lo mismo pasa con la familia, los hermanos y hermanas que te dicen que no puedes perder la tradición y que “¿a poco ya no te dan permiso? Uuuuhhh, eso ya está muy raro” seguido de que convierten a tu pareja en una especie de tirano de clase mundial peor que Trump y Putin juntos.

Ante esto viene una de las parte más complicadas de esta soluicón de conflictos y es: Mantener  la calma, no precipitarse a tomar una decisión y dejarles en claro que ahora los planes que hagas deben contemplar a tu pareja.

Uno de los errores que puedes cometer es llegar al momento de la conversación con un “es que ya quedé con mi mamá en...” ¡NO! Eso es un NO total, evítalo a como de lugar.


3 – Negociar, empatizar, ceder.

Este tipo de ocasiones son oportunidades para que salga algo mejor en beneficio de la relación, de tu pareja y en lo personal. En una relación a largo plazo la habilidad de negociar debe ser algo permanente. Puedes identificar que oportunidades hay para que después venga algo positivo, en que puedes ceder en beneficio de -¿lo recuerdas?- la persona que quieres y que después se vuelva en algo positivo hacia ti. Aquí hay que cuidar el no caer en manipular o chantajear, hay una línea muy pequeña que no se debe cruzar y que puede ser muy delicada, ten cuidado de no cruzarla.

Empatizar con tu pareja es uno de los principios que debe regir a la relación en varios momentos. Identificar cuales son sus necesidades y que tan importante es para él o ella obtener una respuesta. Entiende que no se trata de lo que TU crees que es importante sino que entiendas que tan importante es para tu pareja. Piensa en su historia personal, en la relación con su familia, en sus antecedentes sociales y religiosos y podrás valorar de una mejor manera que lugar tiene una ocasión de este tipo dentro de su vida.

4 – Pregunta antes de hablar

Tal vez tus hermanos o hermanas estén pasando por una situación similar, tal vez alguno de ellos ya tomó la decisión de no ir, tal vez ya tienen algunos planes. Exprésales cual es tu situación y que tomarás una decisión consultando a tu pareja. Esto puede ayudar a quitar un poco de presión de la situación y llegar al momento de la conversación com más elementos para negociar o bien con una posición flexible.


5 - ¿Nos podríamos juntar?

Esto quiere decir que puedes explorar y proponer opciones. ¿Has considerado la posibilidad de que la reunión de Navidad sea en tu casa? ¿Tal vez se puedan reunir ambas familias? Vaya, sabemos que es algo muy difícil, sobre todo en el contexto de la sociedad mexicana en la que la casa y la cocina son el territorio del matriarcado y sacar a la mamá de ahí y sobre todo que tenga que convivir con su con-suegra sería algo muy arriesgado, pero tal vez sea una opción. Si ustedes son una pareja joven, tal vez sus padres no sean tan rígidos en sus tradiciones y puedan ser flexibles.

Aquí hay que considerar muchos factores, la ubicación de los familias, las tradiciones religiosas, el espacio propio, el mobiliario, entre muchos otros, pero si al final de todo esto consideran que es una buena opción para salir bien librados entonces tal vez estén listos para subir de nivel en el parejometro y entrar al mundo de las parejas anfitrionas de Navidades.


6 – Ya lo pasado, pasado.

En este como en muchos casos dentro de la vida de pareja es uno de los ejercicios que debes procurar constantemente. Sabemos que siempre una de las partes es más proclive a sacar y traer al presente cosas del pasado, muchas veces en tono de reclamo o bien como herramienta de negociación.

Aquí debemos de considerar un punto básico, no sólo para este asunto de las fiestas decembrinas sino en general para la relación a largo plazo, las personas cambiamos con el tiempo. Para bien y para mal. Evolucionamos, no somos físicamente, ni mentalmente o emocionalmente los mismos de hace 5 o 10 años. Posiciones radicales que teníamos en nuestra juventud pueden ser suavizadas con el tiempo, o como dice El Viejo, con la experiencia.

Así que por favor, para evitar que la cosa se ponga fea, piensa en esta ocasión como algo nuevo, una oportunidad de tomar un nuevo camino y no traigas del pasado cosas que pueden lastimar y hacer mucho daño.

7 – Presupuesto.

¿Cuanto vamos a gastar en regalos para tu familia? ¿Cuanto para la mía? ¿Por qué a tu papá le llevas esa botella tan cara?

En estas fechas tendemos a ser generosos y en ocasiones a gastar más de lo que es posible. Además, es nuestra naturaleza antropológica siempre tratar de rendir el mejor tributo a nuestros viejos, aunque a veces lo que necesitan es tiempo o atención, pero ese es otro tema. Así que un tema que puede ser crítico es el dinero y cuanto se gastaría en cada caso. Si están en el punto de la relación en el que la administración de los recursos es una tarea compartida es un asunto que deben tratar con anticipación. Establecer cantidades y rubros en los que se aplicaría cada gasto.


8 – Cuidar las formas

Regresamos al punto mencionado anteriormente, NUNCA olvides que estás tratando con una persona que quieres mucho, que amas, que es tu compañera y quien te acepta y entiende como eres. Merece todo el respeto y consideración.

No califiques ni descalifiques sus tradiciones, valores familiares o a la propia familia. Es un momento de mucha sensibilidad y por muchas razones que ya hemos tratado anteriormente es de mucha tensión. Así que debes cuidar el detalle de las formas y procurar a la persona sensible que tienes dentro de ti.


Diciembre y sus fiestas son el escenario para problemas y emociones que se pueden evitar. Esperamos que esta serie de ideas te den un parámetro de como afrontarlos en pareja. 

Con estas ideas, entonces ¿dónde la pasarán?