Casa de Mita, un tesoro escondido en el Pacífico mexicano.

La Riviera Nayarit es una de las grandes joyas de nuestro país, se encuentra en la frontera entre los estados de Jalisco y Nayarit, para llegar a esta zona hay que volar al aeropuerto de Puerto Vallarta y después por tierra dirigirte a unos 50 km de distancia a la zona conocida como Punta Mita, lugar extraordinario con playas de arena suave y atardeceres espectaculares. Ahí es dónde encontramos a Casa de Mita, un pequeño hotel boutique, de gran diseño y de apenas 8 habitaciones. 

Para llegar hay que salir del camino principal y avanzar por un camino de terracería hacia la playa, unos 300 metros y nos encontramos con su entrada principal, parece una casa más y hay que tocar un timbre a través del cual nos responderán para después abrirnos la puerta, entramos a un refugio de muros blancos, techos altos y una decoración que nos deja sentir que estamos en un lugar de gusto extraordinario con todo el toque mexicano, mosaicos de colores, pinturas espectaculares, muebles de madera tallada, todo auténtico, nada es imitación. 

 Nos instalamos en nuestra habitación, una amplia cama cubierta con textiles de primera calidad; un balcón que nos deja mirar el imponente Océano Pacífico y el viento fresco de una tarde de otoño, es momento de sentarse a disfrutar un momento de este hermoso paisaje. Después nos están esperando en lo que puede identificarse como el comedor, cuatro mesas con una vista mucho más cercana a la playa, Lalo, nuestro anfitrión, ya sabe que uno de los dos tiene requisitos especiales en su dieta, nada de harina de trigo, nada de lácteos, nos deja saber que está enterado y nos hace sentir importantes, nos hace sentir en confianza, tuvieron la atención de informarse sobre nosotros, ese detalle de atención no tiene precio, es el valor del lujo, es el valor de ser especial; así te hace sentir Rocío Martínez, una experta concierge que ha emprendido un negocio propio de atención a viajeros expertos y fue ella quien nos recomendó este lugar y tuvo el acierto de adelantar a nuestros anfitriones nuestras necesidades particulares. Se trata de un servicio Premium, es como tener un personal shopper de viajes, es tener alguien que se ocupe de que simplemente la pases bien mientras disfrutas.

Antes de que cayera el sol fuimos a la playa y disfrutamos de un espectáculo natural de colores en el cielo, bajo un aire limpio que potenciaba el naranja, violeta y el verde natural del mar, simplemente maravilloso, una playa prácticamente desierta con una pareja a unos 50 metros, un par de jóvenes pescando, una chica corriendo el playa y eso es todo, el inmenso mar frente a nosotros con las cálidas aguas del Pacífico acariciando nuestros pies. De pronto allá donde está cayendo el sol se ve un movimiento extraño en la superficie, es una de las ballenas que en otoño e invierno vienen a esta zona buscando aguas más calientes y ya están aquí y por un momento no queda más que disfrutar y sentirse completamente conectado con el mundo, con lo maravilloso de estar vivo.

Una siesta antes de cenar, un baño en esta amplísima regadera que por cierto está acompañada con amenidades de la más alta calidad, un frigobar que nos permite refrescarnos con una cerveza bien fría y después bajar a cenar nuevamente con a la terraza – alberca – restaurante, apenas 4 mesas ocupadas por parejas en este hotel solo para adultos y otra vez Lalo, que nos dijo que para nosotros el chef había preparado un pescado especial a la plancha y una selección de camarones gigantes con aceite de olivo y finas hierbas, porque esos eran mis favoritos, alguien ya se los había dicho. Así, simplemente así, es viajar con MO

Más información

http://www.rivieranayarit.com.mx/

http://www.casademita.com/

 ¿Se animan a esta aventura?